Y he aqui la 4ta parte de nuestra novela colectiva. Esta vez escrita por Starwig II
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La lluvia ya habia parado. Era perfecto para salir a jugar. Pero me daba miedo. Me dio miedo la parte donde la niña dijo: "Si duerme, nunca mas despertara" ¿Iria a morir? No podia...no creia que pudiera. Le tenia terror a la muerte, siempre le tuve terror a la muerte. Yo no queria morir.
Recuerdo...algun recuerdo se me venia a la cabeza. Algun recuerdo vago queria relucir entre esa confusion que experimente esos momentos. Cuando pensaba en muetre...pensaba en...en una persona acostada, mirando al techo sin prestar atencion, esperando que la amiga muetre venga, y se lo lleve.
Yo nunca pense en mi mismo de esa forma. No queria morir, no queria. Queria vivir para...para...¿Para que queria vivir? ¿Tenia familiares? ¿Tenia amigos? ¿Alguien? Me mire a mi mismo de nuevo y no supe que hacer.
"Estoy vivo, ¿verdad?" pregunte
"Claro que si estas vivo. Ven, vamos a jugar" dijo la niña
"...Vamos" respondi yo
La niña me cogio la mano y me invito a levantarme de mi camilla. Deje las flores de aquella mujer extraña que me las habia dado y se habia ido llorando. Todo era muy confuso. El hombre que acompañaba a la niña me tomo el hombro con una mano y me sonrio. Al parecer todo iba a salir bien. Los tres salimos del horrendo y escalofriante cuarto y avanzamos. Yo tenia puesto el camison clasico del hospital y al parecer no mucha gente me hizo caso a pesar de mi extraña vestimenta.
Seguimos avanzando, la niña queria salir del hospital. Tenia un dolor de cabeza indescriptible. Sentia como mi cabeza estaba en una prensea y le habian aplicado tal presion que en esos momentos deseaba descansar un poco, pero no lo haria, queria vivir, queria seguir siendo yo, queria disfrutar de la vida y...esa mujer con el niño. No sabia quien era y realmente me tenia preocupado.
"Tienes una cara muy fea" me dijo la pequeña
"Lo siento, algo me preocupa" repsondi yo
"Buen hombre, en estos momentos no te preocupes por nada. Estas en buenas manos"dijo el hombre que acompañaba a la niña
Los segui incocnientemente. Tenia las ganas de hacerlo, tenia las ganas de seguir con ellos, y que me lleven a cualqueir lugar, estaria bien. Confiaba en ellos, no me harian nada.
Al final, salimos del lugar y pude respirar el aire puro. Me venia muy bien a los pulmones y a mi respiracion. Mi cabeza me dejaba de doler, sentia como recuperaba la fuerza vital necesaria. La chiquilla insistia en correr al parque, que estaba al otro lado de la pista. Me jalaba del dedo, pero yo estaba muy admirado por lo revitalizado que me sentia. Entonces, la chiquilla intento cruzar sola, sin mirar ni siquiera si pasaban los autos. No, no debia pasar sin cuidado.
Pero, por suerte, al momento en el que corrio, ningun carro paso y llego sana y salva al otro lado. Sin embargo, a mi me parecia una total insensatez que hiciera eso y me reuni con ella. El otro hombre me siguio.
Queria explicarle lo peligroso que era cruzar asi, pero el hombre me tomo de nuevo el hombro con su mano y con una voz muy pausada, me explico:
"Esta niña es ciega. No puede ver los carros, no puede ver el dinero, no puede ver los vicios...pero puede de alguna manera "ver" el amor, la pureza, el buen corazon. Lo que ella tiene es un gran don. Y te vio a ti. Algo debes de tener que su otro sentido le atrajo hacia ti."
"¿Usted es su padre?" pregunte yo
El hombre se limito a negar con la cabeza
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